Genes y plasticidad neural: educando el futuro

Esta publicación ha sido realizada por David Bueno i Torrens, Profesor de genética en la Universidad de Barcelona(España). Su trayectoria profesional y académica se ha desarrollado en Barcelona y Oxford, centrándose en la genética del desarrollo y la neurociencia, y su relación con el comportamiento humano. Forma parte del libro El ágora de la neuroeducación. La neuroeducación explicada y aplicada. Las coordinadoras son Laia Lluch y Iolanda Nieves de la Vega. Ha sido publicada por por Ediciones Octaedro, S.L Barcelona, 2019. Y extraído el 27-02-2020 de https://www.facebook.com/EducacionNeurocultural/photos/pcb.360329058019008/360328548019059/?type=3&theater.

El cerebro es el órgano del pensamiento. Todas las funciones mentales y todos los aspectos del comportamiento humano, entre los cuales se incluye el aprendizaje, surgen de la actividad del cerebro. Las conexiones neurales que generan y apoyan las funciones mentales se forman durante toda la vida, lo que permite el aprendizaje permanente de nuevos conceptos y habilidades. Tanto la formación como la función cerebral, así como su plasticidad, están influenciados por la actividad de múltiples genes y por modificaciones epigenéticas, que contribuyen a la regulación de la expresión génica en función del ambiente.

En este capítulo se analiza la contribución genética y epigenética a aspectos mentales relacionados con los procesos de aprendizaje, en términos de heredabilidad. Se argumenta que, a pesar de que todos los aspectos relacionados con el aprendizaje poseen un trasfondo genético, las habilidades innatas se pueden potenciar o disminuir a través de los procesos educativos, que influyen directamente en la plasticidad neural que sustenta los aprendizajes y el resto de los aspectos del comportamiento. La conclusión es que, a pesar de la heredabilidad genética que muestran los procesos cerebrales asociados con el aprendizaje, la práctica educativa constituye una contribución clave e insustituible para neuronas intervienen multitud de genes y de programas genéticos, por lo que estos elementos básicos de la biología deben ejercer, como mínimo, una cierta influencia sobre las habilidades y los procesos cognitivos.